lunes, 12 de junio de 2017

Un médico para ti - Junio 13

A propósito de la higiene de manos

Son muchas las razones para hablar sobre la importancia de una adecuada higiene de manos. En nuestro lugar de trabajo vale la pena recordar que la higiene de manos es una medida que salva vidas y hace parte fundamental en la lucha contra la resistencia a los antibióticos.

La falta del cumplimiento es un problema mundial y nos incluye como Institución. Los índices de cumplimiento son insuficientes o muy bajos en países en vía de desarrollo y desarrollados. Los estudios evidencian una relación temporal entre las prácticas mejoradas de higiene de manos y los índices reducidos de transmisión cruzada e infecciones.

Siempre pensado en hacer las cosas mejor, el fortalecimiento de los programas específicos para la higiene de manos es la base de las intervenciones al interactuar con los pacientes y realizar procedimientos, es un indicador de calidad que destaca la seguridad de los sistemas de salud.
Previene infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS), es una medida de bajo costo y puede prevenir millones de muertes cada año. Las IAAS aumentan la morbilidad, prolongan la estancia hospitalaria, inducen discapacidad, mayor resistencia a los antimicrobianos y aumentan los costos a los pacientes y sus familias.

Es fundamental recordar que los patógenos pueden provenir no solo de heridas infectadas sino también de áreas colonizadas, frecuentemente de la piel normal e intacta del paciente. Luego del contacto con pacientes o el entorno, estos pueden sobrevivir en las manos por 2 y hasta 60 minutos. Ante la falta de higiene, mayor es el grado de contaminación, es frecuente olvidar que el uso de guantes no excluye la necesidad de limpiarse las manos.
En la Clinica Universitaria Bolivariana estamos comprometidos con la estrategia multimodal de higiene de manos, que incluye educación al personal, vigilancia y retroalimentación, recordatorios en el lugar de trabajo, clima de seguridad institucional, mejoramiento en la disponibilidad de insumos (jabón, dispensadores de alcohol, lavamanos con sensor).

De manera práctica hay cinco momentos en los que no debemos olvidar la higiene de manos: antes de tocar al paciente, antes de realizar una tarea limpia/aséptica (como cepillar los dientes del paciente o insertar un dispositivo médico), después de exponerse a líquidos corporales (por ejemplo, al tener contacto con mucosas o retirar pañales), después de tocar al paciente (al tomar el pulso o instalar una cánula de oxigeno), después del contacto con el entorno del paciente.

Paul Cardona Montoya
Médico Unidad de Epidemiología, CUB


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