El grupo institucional de
Farmacovigilancia es liderado por el Médico Toxicólogo Clínico y el Químico
Farmacéutico Asistencial, de la Clínica. Se encarga del análisis de todas las
situaciones adversas relacionadas con medicamentos y la notificación de las
mismas al ente regulador, así mismo de la elaboración de indicadores internos y
de la comunicación de los mismos al Comité de Farmacia y Terapéutica. El
programa depende en gran medida de la participación de todo el personal
asistencial, y es por eso que aprovechamos el Boletín Institucional para
establecer un mecanismo de comunicación y de retroalimentación en lo
relacionado con el uso de medicamentos en la Clínica. A continuación, y para
iniciar este diálogo, haremos una introducción a lo que es la
Farmacovigilancia. Así mismo estaremos compartiendo alguna información de
interés relacionada con los medicamentos. Por lo pronto divulgaremos una de las
alertas emitidas por el INVIMA, con respecto al uso del ondansetrón.
¿Qué es la Farmacovigilancia?
La
Farmacovigilancia comprende todas aquellas actividades encaminadas a la
detección, evaluación, comprensión y prevención de los efectos adversos de los
medicamentos o cualquier otro problema de salud relacionado con ellos.
Sus
objetivos son, entre otros, velar por el cuidado y seguridad de los pacientes
en relación con el uso de medicinas, mejorar la seguridad en cuanto al uso de
los medicamentos, y detectar los problemas relacionados con los mismos. También
se propone comunicar los hallazgos oportunamente, contribuir con la evaluación
de los beneficios y retroalimentar al personal de la salud con respecto a la efectividad y los riesgos de los medicamentos.
¿Qué se debe reportar?
Todas las sospechas de
reacciones adversas o de problemas asociados a la farmacoterapia, incluso aquellas
que aparentan ser de poca importancia. Particularmente son de interés las
reacciones adversas graves, las que presenten un incremento anormal en la
frecuencia de aparición, las sospechas de fallos terapéuticos o aquellas que
involucren medicamentos que se consideren de mala calidad. También son de
especial interés las situaciones generadas por medicamentos de margen
terapéutico estrecho o que sean dadas por fármacos recientemente introducidos en el mercado.
¿Quién puede notificar?
Todas las personas pueden
notificar un evento adverso, pero los profesionales de la salud son la fuente
preferida de información, entre ellos los médicos generales, médicos especialistas, químicos farmacéuticos
(y el personal del servicio farmacéutico), odontólogos, personal de enfermería
y en general, todos aquellos que dispensan, prescriben o administran
medicamentos.
¿Cómo se debe notificar?
A nivel institucional, se
debe notificar a través de Intranet (Intranet > Mejoramiento continuo >
Registro de Eventos Adversos). Es importante tener en cuenta que no solo se
notifican las reacciones adversas medicamentosas, sino cualquier situación
relacionada con los medicamentos, que se considere problemática, incluyendo
situaciones con la disponibilidad, la dispensación, la prescripción, la
administración, la efectividad y la calidad de los medicamentos. También se
debe resaltar que se reportan desde las sospechas, por lo que no se debe
esperar una confirmación para poder diligenciar la notificación. Es el grupo de
Farmacovigilancia el encargado de analizar la situación, y establecer las
posibles relaciones de causalidad.
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