lunes, 11 de julio de 2016

Innovación para el alma - Julio 12

 ATRÉVETE A VIVIR

Vivir no es arrastrarse por la vida, el alma en pena, las ilusiones muertas y el corazón rebosando odio y melancolía. Entre vivir así y estar muerto hay poca diferencia.

Vivir, vivir en plenitud es algo muy distinto. No es fácil porque implica  aplastar  a los enemigos de la vida dentro de nosotros. La droga mata, el alcohol mata, la inmoralidad, el pecado matan. El odio, el pesimismo, la desesperación aniquilan. Y no digas que de esto nada tienes.

Vivir significa declarar la guerra a los enemigos de la vida y hacer alianza con los amigos de la misma: la conciencia tranquila, la paz del corazón, el amor desinteresado a los demás, la esperanza permanente y la honradez; y el principal: el Dios de la vida.

Hay básicamente dos maneras de vivir. Una: Disfruta todo lo que puedas, gana dinero, placeres; almacena cosas.   Despreocúpate  del resto: de los demás, de la vida eterna, de Dios...

Otra manera de vivir: Tienes una misión que cumplir y vas a aprovechar el tiempo al máximo. Después de esta vida está la eternidad. Dejar huella, aferrarse a lo eterno.

Atrévete a vivir. No te arrastres. El ave de corral no sabe de los cielos limpios donde vuela el águila real. Sé águila de las alturas.


Autor: Padre Mariano de Blas

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