¿ES
POSIBLE LA FELICIDAD?
Muchas
personas, sobre todo jóvenes, se aburren soberanamente. Y, peor aún, no creen
que alguien pueda ser feliz. ¿Tienen razón? ¿Es posible la felicidad?
Es
imposible, si se le da la espalda a Dios. Es imposible, si se desentiende uno
del prójimo. Es imposible si uno es un egoísta redomado. Es imposible también
si se piensa encontrarla en las cosas materiales. Todos los que actúan así no
son ni pueden ser felices. ¿Qué decir de los que ríen estrepitosamente? ¿Han
alcanzado la dicha?
La
felicidad está hecha de paz con Dios, de paz consigo mismo y de amor al
prójimo. Quien tiene la conciencia limpia, quien se ha prohibido a sí mismo
odiar y guardar rencor, quien ha aprendido a confiar en Dios sabe lo que es ser
feliz. Y no necesita de aspavientos ni de carcajadas.
Obviamente
la felicidad está muy amenazada. El pecado mancha, el rencor pudre y carcome,
el egoísmo aísla y seca el corazón. Quien cultiva estos cardos que no sueñe en
ser feliz. Se es auténticamente feliz sólo amando desinteresadamente.
Como
todos tenemos la capacidad de amar, en principio todos podemos ser felices,
siempre y cuando sigamos las reglas de la felicidad, que no son otras que las
reglas del buen amor. No me refiero a otras cosas que se llaman con el mismo
nombre pero que son algo muy distinto. Amar es entregarse, donarse a la persona
que se ama para hacerla feliz. Los que aman así nos podrían decir si es posible
ser felices.
Autor:
Padre Mariano de Blas, L.C.
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