martes, 2 de mayo de 2017

Innovación para el alma - Mayo 2

El Respeto es una de las bases sobre la cual se sustenta la ética y la moral en cualquier campo y en cualquier época.
Tratar de explicar que es respeto, es por demás difícil, pero podemos ver donde se encuentra.

El respeto es aceptar y comprender tal y como son los demás, aceptar y comprender su forma de pensar aunque no sea igual que la nuestra, aunque según nosotros está equivocado, pero quien puede asegurarlo porque para nosotros; está bien los que están de acuerdo con nosotros, sino lo están; creemos que ellos están mal, en su forma de pensar, pero quien asegura que nosotros somos los portadores de la verdad, hay que aprender a Respetar y aceptar la forma de ser y pensar de los demás.
Pero no solo a las personas se les debe el respeto más profundo sino todo aquello que nos rodea, a las plantas y animales, a la pequeña hormiga y la gran ballena, a los ríos, lagos y mares. Todo como parte de la creación se lo merece.
Es aceptar y comprender al humilde y al engreído, al pobre y al rico, al sabio y al ignorante, es por pequeña o grande que sea, física, moral o intelectualmente situarla en el mismo lugar de comprensión y comprender su forma de ser pues se comprende que ese ser humano se merece toda tu atención, no importando su condición.

Si ahora hizo mal o está mal, respétala y trata de enseñarle el camino recto, nunca queriendo imponerlo, solo enséñale el camino e invítalo a recorrerlo, pero siempre, respetando su decisión de recorrerlo o no.
Por qué esto, cada quien es un alma libre y tú al igual que lo hace el cielo debes de darle libre albedrío a esa alma, en el camino de la evolución debe recorrer su propio camino, mira qué grande es Dios como quiera que lo concibas, deja que actúes a tu completa libertad te respeta como lo más sagrado ,ah pero eso si antes de actuar paras bien o para mal te dice las consecuencias de tus actos y de ti es toda la libertad de actuar a tu propia decisión sabiendo de antemano las consecuencias de tus actos, por eso no es propio reclamar al cielo por qué nos castiga cuando obramos mal, analícelo.

Pero. ¡Que pobre alma es aquella que no puede respetar, a los animales y a las plantas, a los ríos y lagos, al más humilde de los hombres, al pequeño que camina delante de él, a la mujer con la que comparte su vida, a aquellas con las que se relaciona, al hombre que lo cree menos por n tener incapacidades físicas, al basurero que por sucio y humilde que sea su trabajo, sin él su vida sería un basurero, al engreído porque gracias al conocerlo puedes evitar ser como el, al colérico, porque puedes comprender la importancia de saberse controlar, al feo porque te ayuda a comprender que la belleza se encuentra en el alma, al ignorante porque sabes que es el comienzo de la sabiduría!.
Pero a veces se pierde el respeto a alguien ya sea porque lastimo a alguien de cualquier forma o por varias razones, casi se es inevitable, pero a lo que concierne este comentario, es solo para mencionar que cuando algo así pasa, se debe mantener ese respeto hasta donde sea prudente conservarlo si se tiene que actuar de una forma por demás imperiosa para resolver ese asunto aunque sea, algo reprochable ante los demás, hágalo, si en verdad intento, varios medios y no logro esa armonía, haga lo que tenga que hacer, que en nada es reprochable pues se tiene el derecho de tratar de convivir en paz, y si no hay otra opción, el cielo sabrá perdonar. Espero este comentario no sea mal interpretado pues es muy susceptible de entenderse mal, pero espero me entienda.

El respeto, debe ser nuestra relación con los demás, sería una agradable forma de conducirse por la vida, pero aunque lo parezca, respetar a los demás es relativamente difícil. Por la forma en que se nos ha educado a relacionarnos con los demás, que a veces tritura esta virtud desde sus comienzos, pero trate de cultivar en su corazón el respeto, poco a poco, aliméntelo con el ejercicio constante de la misma, y vera lo bien que se sentirá consigo mismo, a veces tambaleara, y pensara que no lo logra, pero manténgase firme, y al final el cielo sabrá recompensar su esfuerzo, hay tanto en la palabra de respeto y en su ejercicio, que preferiría lo meditara usted mismo y saque sus propias conclusiones, pues ellas se merecen toda su atención.
Los labios de la sabiduría permanecerán cerrados excepto para el oído capaz de comprender.

Anónimo.

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