El ejemplo
A
ver guapa le dice, cierra los ojitos que vas a dormir. Ingenuamente y llena de
inquietud, la niña le dice que no duerme de día, no importa le dice la doctora,
tienes que dormir para curarte. La pequeña le responde con admirable sinceridad
- siempre rezo tres avemarías después de acostarme y antes de dormir, si quiere
que me duerma, me deja rezarla?. El silencio en el quirófano era absoluto y
conmovedor, interrumpido después unos segundos por la anestesióloga para
decirle: si puedes rezar las tres avemarías. La niña bien concentrada en lo
invisible y con gran unción, uniendo sus manitas en forma de súplica y apoyando
los codos sobre el pecho, recito las tres avemarías, luego que termino siguió
el grupo de doctores para operarla. La niña dijo: ahora sí, ya podré dormir
tranquila.
Después
que termino la operación la anestesióloga se acerca a la capilla del hospital y
empieza a llorar profundamente. Esta señora llevaba dieciséis años huyendo de
la iglesia y de Dios…
Pero
el testimonio angelical de la niña, la hizo recordar el pasado de una vida
piadosa y dijo: “yo también le rezaba a la virgen, yo también me confesaba, yo
también recibía el sacramento de la eucaristía”. Y ahora Dios mío, lo seguiré
haciendo. Voy a confesarme con el sacerdote de la capilla. No pierdo más el
tiempo, ella misma lo ha confesado que así sucedió.
POR ESO DECIMOS QUE EL EJEMPLO
ARRASTRA, Y LAS PALABRAS SOBRAN...
Ojalá pudiéramos ver seguido estos
ejemplos verdad?
Tal vez tú lo puedes dar.
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