“Un
Verdadero Líder, forma un buen Sucesor”
“Viéndole los hijos de los
profetas que estaban en Jericó al otro lado, dijeron: El espíritu de Elías
reposó sobre Eliseo”. Texto: 2 Reyes 2:15
En estos días he estado
meditando sobre el valor que los líderes deberían de darle al hecho de formar
un sucesor. Y es que la mayoría de líderes hoy en día no se preocupan en lo más
mínimo de formar a alguien que pueda sucederlos en algún momento determinado.
Lo que sucede es que la
mayoría no quiere que nadie lo reemplace, por eso hoy es común ver egoísmo
ministerial, un líder ver que alguien se levantando y en lugar de apoyarlo,
comienza a poner situaciones para evitar que lo sobrepase en capacidad y
liderazgo. Es triste pero cierto.
El verdadero líder no es
aquel que corta alas, ni aquel que corta troncos, sino aquel que siembra para
cosechar. Un Líder de verdad es aquel que sabe muy bien que en algún momento
ahuecará y por ello tienen que haber más que puedan realizar el trabajo que el
realizaba.
Es importante que entendamos
que no estaremos en el mismo puesto toda la vida, que Dios puede llevarnos a un
Ministerio mayor o a otras áreas, pero mientras tanto, ¿Será que estas
preparando un sucesor?
Y es que para la carne no
suena muy lindo eso del sucesor, porque ¿A quién le va gustar que venga alguien
que haga mucho mejor las cosas que el?, humanamente a ninguno nos gustaría,
pero tenemos que aprender que nuestros discípulos tienen que llegar a ser
mejores que nosotros, sino no fuimos buenos maestros.
Si algo siempre me ha
gustado, es dar oportunidad para crecer a todo aquel que se lo merece, a todo
aquel que a base de trabajo y esfuerzo es digno de obtener un mejor puesto. Y
es que la justicia en ese ámbito es parte de mi formación ministerial, siempre
he creído que la mejor manera de forjar buenos servidores es estar atentos a su
crecimiento para darles oportunidad en el momento indicado.
Lastimosamente no todos
pensamos así, hay muchos líderes y pastores que erróneamente se sienten
intimidados cuando ven que alguien tiene más apoyo popular o que sus cualidades
sobrepasan a las suyas. ¡Que error!, ¿Por qué me ha de intimidar alguien que es
mejor que yo?, ¿Acaso no es esa la idea de nosotros los que de una u otra forma
tenemos gente a nuestro cargo?, si esa no es tu visión, entonces creo que no
eres un buen líder. Dime lo que quieras, excúsate en lo que más quieras, pero
eso no evitara que sigas siendo un mal líder.
Amados hermanos y en
especial líderes de Ministerios o Pastores, seamos conscientes que debemos
formar a nuestros sucesores, puesto que Dios nos tiene preparados planes más
grandes, ¿Pero que pasara el día que faltes?, ¿Habrá actualmente alguien que
pueda tomar la batuta y seguir tu línea?
Hombres como Moisés supieron
forjar un sucesor, como lo fue Josué, un Elí que forja a un Samuel, un Elías
que pudo forjar a un Eliseo, nuestro Señor Jesús que forjo a 12 hombres durante
su periodo de Ministerio y aun les dijo: “De cierto, de cierto os digo: El que
en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará,
porque yo voy al Padre”. (Juan 14:12)
Qué lindo seria que cada uno
de nosotros entendiéramos el valor de formar a personas que sean hasta mejores
que lo que nosotros hemos sido en el Ministerio. No hay nada mejor que ver
luego de un tiempo a aquellas personas a las cuales un día aconsejaste, guiaste
y ministraste, ahora siendo lideres respectados con Ministerios hermosos de
parte del Señor, es ahí en donde meditas y puedes decir con libertad: “Sin duda
fui un buen líder”.
Seamos buenos líderes,
forjemos a mas líderes, que nuestras congregaciones sean fábricas de líderes,
que nuestro objetivo sea hacer mejores servidores y mejores líderes de los que
nosotros mismos hemos sido. Ahí está el galardón del verdadero líder, en forjar
más líderes que sean mejores que ellos.
¿Estas forjando a tu
sucesor?, si no es así, ¿Qué esperas para forjarlo?
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